Si alguna vez has sufrido de un Panic Attack, o has sentido que vas a tener un Panic Attack o has visto a alguien pasar por un Panic Attack, entonces sabes que es un tema delicado del cual uno tiene que hablar con una seriedad absoluta, sin nada de bromitas ni sarcasmo ni ironía ni arcoirises. So, I’ll do my best.
Para los que no saben, o los que no tienen activada la parte lógica de su cerebro, los Panic Attacks (si, lo escribo con mayúsculas porque mis respetos) son ataques de pánico. No es un pánico como el que siente uno cuando se sube a la casa del Tío Chueco o como cuando uno se va a aventar del bungee o como cuando uno se da cuenta que ya se le pasó la edad para ser Billy Elliot. Esos son otros tipos diferentes de pánico.
Si queremos entender bien-a-bien lo que es un Panic Attack, desmoronemos la frase:
Panic: pues miedo o ansiedad.
Attack: pues repentino, así, de repente. Sorpresivo, vaya.
Lo cual nos lleva a la conclusión de que un Panic Attack es un ataque de ansiedad o miedo que te da de pronto, de la nada, no lo ves venir, no lo sospechas.
Uno no sabe que puede sufrir de dichos ataques hasta que estas pasando por uno de ellos.
Recuerdo con cariño mi primer Panic Attac. En el año del 2005, #cuandoviviaenNY, cursaba mi segundo semestre de la maestría, era febrero, un mes frío por su clima pero cálido por sus festejos. Yo vivía en un departamento en Chelsea en el cual mi cuarto era la sala. Iba a la escuela aproximadamente 50 horas a la semana y en mis horas y fines de semana libres trabajaba en The Barking Dog. Era un miércoles a las 7 de la mañana, me desperté, me arreglé para ir a la escuela y cuando estaba por salir, me dí cuenta que no tenía dinero para pagar ni la renta ni el celular ni la comida ni mis vodkas, y tampoco tenía tiempo de trabajar para ganar dinero para pagar la renta y el celular y la comida y mis vodkas. La garganta se me empezó a cerrar, mis manos estaban mas tensas que EPN en un Spelling-B, no podía respirar y me empecé a marear. Yo dije “ah, caray, se me bajó el azucar tan temprano en la mañana” y traté de tomar tantita Coca-Cola y así como entro a mi boca, salió. No podía tragar. Tenía nauseas. Ese sentimiento que sientes que vas a explotar en llanto en 3…2…1… PUM. Cual textbook. Estuve así como una hora, hiperventilado, pasándola fatal, solo (mis 3 roomates ya se habían ido) y decidí no moverme y quedarme en mi cama (for dramatic purposes, imaginen que estaba nevando, mi calefacción estaba rota y un perro me hizo pipí).
Bueno, como esa experiencia vinieron varias después. En el invierno del 2006 no tenía dinero para venir a México a pasar Navidad con la familia y pues me quedé en NY, solo porque todos mis amigos se fueron con sus familias y el imbécil, primate, corazón-de-carbón de mi jefe decidió correrme de mi bartending gig en Jakes’ Saloon el 22 de diciembre. Entonces el 24 yo era un gargajito miserable perdido en la gran manzana. Me acuerdo perfecto que me salí de mi depa a “tomar aire” y en la 5ª Av., por ahí de Rockefeller Center, me hinqué a llorar como si hubieran atropellado a mi perrito. Ay no, bien feo.
O sea, mi punto no es que se sientan mal por mi a pesar de que ayer casi me da uno a medio Starbucks de Alfonos Reyes. Lo que yo quiero compartir (ay si, ya que les conté mi tsunami personal del terror, ahora si viene lo bueno, no? Pues si, es mi blog y se callan) es como pueden combatir o ganarle al Panic Attack antes de que sea un Attack-Attack y saber detenerlo cuando apenas sea un mitin de los nervios.
Existen varios productos que les pueden cambiar la vida.
- Valerian Root.- este es un producto natural que usaban los actores y actrices de los años 30’s y 40’s que ayuda a relajar los nervios. In this day and age, una Tic-Tac funciona mejor.
- Calm Tea.- efectivo si tienes tiempo de poner a hervir agua mientras te dan tus ataques hiperventílicos.
- Zoloft.- unas pastillitas que se pueden convertir en tus mejores amigas para toda la vida. OJO: sus roomates van a poner excusas para que les compartas de tus pastillitas mágicas... No caigas!
- Rivotril.- son lagrimas de unicornio con sudor de hadas mágicas mezcladas por Madonna y Ronaldo.
#massinembargo el mejor consejo que yo les voy a dar hoy y toda mi vida y para siempre por siempre forever and ever es el de respirar. No hay mejor cura – ni mas barata – que concentrarse en su respiración. Deep breaths. Suena a cliché pero es en serio. Inhala blanco, exhala negro. Si lo piensas, tu cuerpo te obedece y deshechas cosas malas. También funciona pa que no te mueras.
So, yeah. Panic Attacks suck.