no
(Del lat. non.)
1. adv. Se usa respondiendo a una pregunta negándola.
Decir “no” es fácil. Miren, inténtenlo. No. No. No.
Cargar con el peso de decir “no” es de historias del terror de ultratumba.
A continuación una plática común:
- Persona: “Amigo!!! Fíjate que estoy empezando a vender aspiradoras del futuro y creo que tu serías muy bueno haciéndolo. Te interesaría que vaya a tu casa a explicarte como funciona todo para que le entres?
- Yo: Si, claro!
Pocas cosas me darían más hueva que aprender a vender aspiradoras del futuro. Prefiero una endodoncia. Cual es la necesidad de decir que sí? Por qué no nada más le digo que no? Es por miedo a que crea que soy un mamón? O será porque si le digo que no, temo que vaya a perder su amistad para siempre jamás?
Yo creo que todas aplican. Es un problema que viene desde que somos niños:
- “Pero mamá, no quiero ir a jugar a casa de Julianito, huele feo y la comida de su mamá sabe rara”.
- “Cállate y súbete al coche”.
Desde chiquitos nos enseñan que decir que no es de mala educación. Que lo correcto – dice Lupita Loaeza – es decir que sí con una sonrisa en la cara aunque en el fondo preferirías limpiar los Sanirent del Vive Latino sin guantes ni tapabocas.
Decir que no tiene y debe ser una respuesta válida. Se vale decir que no cuando en verdad no te interesa algo. Y mas cuando la persona que te está invitando está en verdad gastando su energía en tratar de convencerte.
Vender aspiradoras del futuro puede no ser tu trabajo ideal. Ni siquiera estar en el top 100 de trabajos que te gustaría hacer. Pero esa persona que si está interesada en vender aspiradoras y que está tratando de hacerte parte de su nuevo negocio tiene la mejor de las intenciones. Si le decimos que no desde un principio – cuando real y definitivo no te interesa vender aspiradoras – a la larga te lo va a agradecer porque fuiste claro desde un principio diciéndole “Mira, sabes que, realmente no me interesa. Si algún día vendes filtros de agua, ahí si háblame.” Le vas a quitar a esa persona un peso de encima si le pones las cosas claras desde el principio.
El ejemplo de las aspiradoras del futuro puede aplicar para cualquier otro tipo de invitación. Por ejemplo, si cuando alguien te manda un guión para que lo leas y realmente no te interesa, no hay necesidad de decir que lo vas a leer. Ni estar dando largas: “ya casi lo leo”, “no lo he terminado”, “no he tenido tiempo”. Con decir desde un principio “Fíjate que ahorita no, pero gracias por la confianza”, el estrés para ambas partes se va a alivianar en aproximadamente un 98%. Ni uno va a tener que estar sacando excusas y pretextos ni el otro va a tener que acabar siendo un intenso preguntando cada dos días si ya leíste lo que te mandó. Igual y la otra persona se enoja porque no quisiste leer su guión pero pues la historia unos niños que se convierten en ratas por comer dulces contaminados… ahorita no, pero gracias por la confianza.
Es logística, chavos.
A veces decimos que no por miedo a perder otra oportunidad mas adelante. Decir “si” implica un compromiso. Cuando nos comprometemos con alguien o con algo, eso quiere decir que eventualmente tendremos que decir que no a otras cosas. Creo que debemos empezar a pensar un poquito a que cosas decimos que si – relaciones, trabajos, proyectos – y ver si estamos dispuestos a aventarnos ese nivel de compromiso. Y si no, decir que no jamás ha matado a nadie. O sea si, pero entienden mi punto.
Hablemos claro. Decir que no es difícil al principio, pero creo que con el tiempo y la práctica, se nos va quitando el miedo al pinche NO.
Muchas gracias por su atención, y si les gustó mi escrito, pasen a dejar un comentario abajo. O no. Como quieran. No es a huevo. Pero gracias por la confianza.
OJO: La gente que dice que no a todo es mala. Cuando le pides a alguien que te acompañe a seguir a tu ex a ver que trama y te dice que no por simple y pura hueva, esa persona es mala y necesitas sacarla de tu vida para siempre. Nadie quiere ese tipo de negatividad en sus vidas y menos cuando se trata de ponerse pelucas y seguir a alguien en la Ciudad.